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La Frecuencia Cardiaca

Actualizado: 26 nov 2022

Nuestro organismo es una maquinaria de una precisión sorprendente en todos sus aspectos y funciones. Por esto, es necesario que la "bomba" que todos llevamos dentro, el corazón, envíe sangre a todas las partes del cuerpo y traiga de vuelta sustancias de deshecho; pero debe de hacerlo con una determinada presión y frecuencia.

La máquina de nuestro corazón

La frecuencia cardiaca (FC) es el número de veces que se produce una contracción del corazón en un minuto, expresada en latidos por minuto.

Como todos sabemos, la frecuencia cardiaca no es una valor fijo, si no que varía respondiendo a distintos estímulos y factores. Por ejemplo, al nacer nuestra FC es muy elevada, pero a partir del primer mes de vida, disminuye de manera progresiva hasta los 20 años, que se estabiliza. Aquí hablamos de FC Basal (en reposo). Pero la vida no es reposo, por eso la FC varía a lo largo del día y de la noche dependiendo de factores internos y externos.


La frecuencia cardíaca es uno de los signos vitales que se modifican ante una enfermedad cardiovascular, aumento de la actividad física o ante el estrés (o todo a la vez) ya que nuestro organismo segrega distintas sustancias (por ejemplo, la adrenalina o la epinefrina) para prepararnos ante la adversidad.


¿Cómo se mide la frecuencia cardiaca?

Existen dos formas de medir las pulsaciones o calcular la frecuencia cardiaca.

La que todos hemos usado alguna vez, la manera manual, en la que usamos las yemas de los dedos índice y anular sobre la arteria carótida o la arteria radial para sentir el pulso. En esta forma de medición, debemos contabilizar los latidos durante un tiempo estipulado, por ejemplo durante 10, 20 o 30 segundos, para después llevar el resultado a pulsaciones por minuto multiplicando por el factor que corresponda, 6, 3 ó 2 respectivamente.


El otro método, que resulta mas preciso, es la medición mediante dispositivos electrónicos; pulsómetro con banda y pulseras de actividad.

En el pulsómetro con banda, una cinta situada en el pecho mantiene unos electrodos en contacto con la piel, registrando los latidos del corazón y enviando la información a un dispositivo receptor. El otro dispositivo son las pulseras de actividad, que utilizan un sensor formado por una serie de fotodiodos, donde unos de ellos emiten luz infrarroja mientras que otros reciben la luz reflejada. De este modo, el bombeo de sangre constante hace que la luz reflejada varíe en cada instante, permitiendo al dispositivo determinar la frecuencia cardiaca. Estas pulseras de actividad, aparte de las pulsaciones, muestran toda una serie de valores e informaciones de lo mas variadas, que en teoría ayuda a llevar una vida más saludable. Hay personas que terminan siendo esclavas de sus pulseras de actividad.


Si lo único que quieres y necesitas es el conteo de las pulsaciones, pero llevar la cinta en el pecho te resulta incómodo, también existen en el mercado pulsómetros de muñeca simples que utilizan la misma tecnología que las pulseras de actividad sin tanta parafernalia, en la inmensa mayoría de los casos inútil.


Tipos de frecuencia cardiaca

  • Frecuencia cardiaca en reposo

La frecuencia cardiaca en reposo es la cantidad de latidos en un minuto que lleva a cabo el corazón en una situación de descanso. Esta se mide generalmente por la mañana, justo después de despertarte, preferiblemente en varias mañanas consecutivas para descartar mediciones erróneas y obtener un resultado más fiable.

Medir la Frecuencia Cardiaca en reposo

La frecuencia cardiaca normal en reposo oscila entre 60 y 100 latidos por minuto, pero puede variar de acuerdo al estado físico, psicológico, la genética, la edad, el sexo, la postura, medicamentos... e incluso la temperatura del lugar donde se encuentre la persona.

Se dan casos en que esta FC normal en reposo es muy baja, llegando en ocasiones extremas a 30 latidos por minuto en deportistas de élite.


Esto muestra una función cardiaca muy eficiente y una excelente condición cardiovascular. Esto es lo que se conoce como bradicardia. Tener la frecuencia cardiaca en reposo baja no debería ser objeto de preocupación, a no ser que esta venga acompañada de mareos o pérdida del conocimiento, en cuyo caso sería necesario acudir a un especialista.


Tener la frecuencia cardiaca en reposo alta no supone un riesgo si el ritmo de los latidos es regular y acompasado. No obstante, en caso de haber arritmias, sí sería necesario realizar un estudio que valore la situación de la persona.

Esta es la típica situación que nos produce taquicardia.
Taquicardia

Cuando la frecuencia cardiaca sobrepasa los 100 latidos por minuto se le llama taquicardia, concretamente taquicardia sinusal, ya que tiene su origen en el seno auricular, al que se le define como el principal marcapasos del corazón.


La taquicardia sinusal es bastante frecuente y no es una enfermedad cardiovascular como tal, pero puede ser indicativo de ella. Está más relacionada con una respuesta fisiológica a un posible estrés psicológico o físico.

Entre las causa pueden estar: ejercicio físico, infección, fiebre, embarazo, consumo de alcohol, café, tabaco...

La percibimos como palpitaciones, que pueden ser acompañadas de nerviosismo, sudoración, dificultad para respirar, mareos...

  • Frecuencia cardiaca máxima

La FC máxima es el número máximo de latidos que puede realizar nuestro corazón en un minuto sometido a esfuerzo. Es necesario medirla o estimarla para, a partir de su 100%, extraer distintos porcentajes que nos permitan entrenar a diferentes intensidades.


Lo podemos hacer mediante "la cuenta de la vieja", como hemos hecho siempre, que consiste en en realizar el cálculo de 220 menos la edad para obtener la FC máxima teórica, pero esto no es para nada preciso, no deja de ser una aproximación.


Para obtener la FC máxima de manera lo más exacta posible, lo correcto es realizar una prueba de esfuerzo dirigida por médicos deportivos.


Pero si queremos una medición más exacta sin tener que pagar una prueba de esfuerzo, disponemos de fórmulas más precisas, aunque muestran ciertas diferencia entre ellas en el resultado. Tenemos varias...


1ª.

Hombres: 216 – (0,8 x edad) = FC máxima teórica

Mujeres: 209 – (0,7 x edad) = FC máxima teórica


2ª.

Hombres: 208,7-(0,73*edad en años)

Mujeres: 208,1(0,77*edad en años)


3ª.

Hombres: [(210 - (0,5 * edad en años)) - (0,01 * peso en kg) + 4]

Mujeres: [(210 - (0,5 * edad en años)) - (0,01 * peso en kg)]

  • Frecuencia cardiaca de reserva (para calcular la FC de entrenamiento con la Fórmula de Karvonen).

Esta ya nos suena menos, ¿verdad? Bueno, la FC de reserva se usa para ajustar la intensidad de los entrenamientos (FC trabajo) mediante la fórmula de Karvonen, que la veremos en el siguiente apartado.


Utilizar la FC de reserva para ajustar la intensidad de los entrenamientos mediante la fórmula de Karvonen resulta más preciso que aplicar un porcentaje directamente a la frecuencia cardiaca máxima estimada, como se hace a veces.


La frecuencia cardiaca de reserva se obtiene restando la FC en reposo a la FC máxima teórica.