El labrum y sus problemas
- escaladaosteopatia

- 14 ago
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El labrum y sus problemas: Tratamiento osteopático y readaptación funcional
El hombro es la articulación con mayor movilidad del cuerpo humano, lo que la hace susceptible a diversas lesiones. Entre ellas, el desgarro del labrum glenoideo, una estructura fibrocartilaginosa con forma de anillo que rodea la cavidad glenoidea del omóplato, que es la parte del omóplato que articula con la cabeza del húmero (hueso del brazo). El labrum y sus problemas pueden resultar muy limitantes, ya que juega un papel crucial en la estabilidad y el correcto funcionamiento del hombro. Un desgarro en esta estructura puede generar dolor, inestabilidad y limitación funcional. Abordamos en profundidad el desgarro del labrum, su diagnóstico, el tratamiento osteopático y la readaptación funcional mediante ejercicios específicos.
Sus funciones principales son:

Aumentar la profundidad de la cavidad glenoidea: Esto mejora la congruencia articular y la estabilidad del hombro.
Servir como punto de inserción para ligamentos y tendones: El labrum proporciona anclaje a importantes estructuras estabilizadoras del hombro, como los ligamentos glenohumerales y el tendón de la cabeza larga del bíceps.
Actuar como amortiguador: El labrum ayuda a distribuir las fuerzas que actúan sobre la articulación del hombro.
Tipos de desgarros del labrum
Existen diferentes clasificaciones de los desgarros del Labrum, siendo una de las más comunes la clasificación de Snyder, que divide los desgarros en cuatro tipos principales:
Tipo I: Desgaste y deshilachamiento del labrum superior, sin desgarro significativo.
Tipo II: Desgarro del labrum superior con desprendimiento del tendón de la cabeza larga del bíceps. Es el tipo más común.
Tipo III: Desgarro en asa de cubo del labrum superior, con el resto del labrum intacto.
Tipo IV: Desgarro en asa de cubo del labrum superior que se extiende hacia el tendón del bíceps.
Además de estos desgarros, existen otros tipos de desgarros del labrum, como los desgarros de Bankart, que afectan a la parte anteroinferior del labrum y suelen asociarse a luxaciones anteriores de hombro.
Causas de los Desgarros del Labrum
Los desgarros del labrum pueden ser causados por:

Traumatismos: Caídas sobre el brazo extendido, golpes directos en el hombro o movimientos bruscos de rotación o abducción forzada.
Microtraumatismos repetidos: Movimientos repetitivos del brazo por encima de la cabeza, comunes en deportes como el béisbol, el tenis o el voleibol.
Inestabilidad crónica del hombro: Laxitud ligamentosa o debilidad muscular que predisponen al desgarro del labrum.
Síntomas del Desgarro del Labrum
Los síntomas de un desgarro del labrum pueden variar según la gravedad y la ubicación del desgarro, pero algunos de los más comunes incluyen:
Dolor en el hombro, que puede ser sordo o agudo.
Sensación de chasquido o bloqueo en la articulación.
Inestabilidad o sensación de que el hombro se va a salir de su sitio.
Debilidad en el brazo.
Disminución del rango de movimiento del hombro.
Diagnóstico del desgarro del labrum
El diagnóstico de un desgarro del labrum se basa en:

Anamnesis: El osteópata realizará una entrevista para conocer los síntomas y la historia del paciente.
Exploración física: Se realizarán pruebas específicas para evaluar la estabilidad del hombro y la presencia de dolor o chasquidos. Algunas pruebas comunes incluyen la prueba de O’Brien, la prueba de Speed y la prueba de aprehensión.
Pruebas de imagen: La resonancia magnética (RM) con contraste de gadolinio (elemento químico) es la prueba de imagen más precisa para diagnosticar un desgarro del labrum.
Tratamiento osteopático del desgarro del labrum
El tratamiento osteopático se centra en abordar las disfunciones biomecánicas y neuromusculares que pueden contribuir al dolor y la limitación funcional en el desgarro del labrum. Algunas técnicas osteopáticas que se pueden utilizar incluyen:
Técnicas de tejidos blandos: Para liberar tensiones musculares y fasciales en la zona del hombro, cuello y tórax.
Movilizaciones articulares: Para restaurar la movilidad normal de las articulaciones del hombro, la columna vertebral y la caja torácica.
Técnicas de energía muscular: Para fortalecer los músculos estabilizadores del hombro y mejorar el control neuromuscular.
Técnicas craneosacrales: Para influir en el sistema nervioso y reducir el dolor.
Readaptación Funcional con Ejercicios

La readaptación funcional con ejercicios es una parte fundamental del tratamiento del desgarro del labrum, tanto conservador como postquirúrgico. El tratamiento del desgarro del labrum debe ser individualizado y adaptado a las características de cada paciente. La combinación del tratamiento osteopático con un programa de ejercicios específicos puede ser muy eficaz para reducir el dolor, mejorar la función del hombro y permitir al paciente volver a sus actividades cotidianas y deportivas restaurando la fuerza y el rango de movimiento de la articulación.
Los ejercicios se adaptarán a la fase de recuperación y a las necesidades individuales del paciente.
Fases de la Readaptación Funcional:
Fase 1: Control del dolor e inflamación (semanas 1-2): En esta fase, el objetivo principal es reducir el dolor y la inflamación. Se utilizan ejercicios suaves de movilidad pasiva y activa asistida, así como técnicas de crioterapia y electroterapia.
Ejemplo de ejercicio: Pendulares de Codman: El paciente se inclina hacia adelante y deja que el brazo afectado cuelgue libremente. Se realizan movimientos suaves de balanceo hacia adelante y hacia atrás, de lado a lado y en círculos.
Fase 2: Recuperación del rango de movimiento (semanas 3-6): En esta fase, se incrementa gradualmente el rango de movimiento del hombro con ejercicios de estiramiento y movilización activa.
Ejemplo de ejercicio: Rotaciones externas e internas con banda elástica: El paciente sujeta una banda elástica con la mano del brazo afectado y realiza movimientos de rotación externa e interna del hombro, manteniendo el codo flexionado a 90 grados.
Fase 3: Fortalecimiento muscular (semanas 7-12): En esta fase, se introducen ejercicios de fortalecimiento muscular progresivos para los músculos del manguito rotador, deltoides, bíceps y tríceps.
Ejemplos de ejercicios:
Elevaciones laterales con banda elástica: El paciente se coloca de pie sujetando uno o los dos extremos de la banda y eleva los brazos lateralmente hasta la altura de los hombros.
Remo con banda elástica: El paciente sujeta una banda elástica con ambas manos y tira de ella hacia el cuerpo, manteniendo los codos cerca del tronco.
Rotaciones externas con polea: El paciente se coloca de lado a una polea y realiza movimientos de rotación externa del hombro, utilizando la polea como resistencia.
Fase 4: Readaptación funcional y deportiva (semanas 13-en adelante): En esta fase, se realizan ejercicios más específicos que simulan los movimientos deportivos o las actividades diarias del paciente. Se trabaja la propiocepción, la coordinación y la potencia muscular.
Espero que esta información te sea útil.





